lunes, 9 de noviembre de 2015




EN LAS ALAS AJENAS O EN UN VUELO EQUIVOCADO…

Por: Teodoro César Gómez Rodríguez.

Mi opinión como Padre inacabado, expuesto al juez severo de lo que serán sus hijos sobre la adopción de menores por parejas homosexuales está basada en el respeto a la lucha por los derechos de las minorías… pero más aún como Padre que seguramente se ha equivocado involuntariamente en la crianza de sus hijos.

Por eso considero que muy seguramente el Mundo heterosexual esta signado de grave daño a los seres inocentes, esa implicancia está asociada a parejas y Padres inmaduros, si orientación, insanas o irresponsables… se debe a mi juicio a una sociedad perdida en sus apetitos, equivocaciones, odios, rencores, egoísmos y sin temor reverente a nada superior que así mismos… y no a la naturaleza biológica del hombre y la mujer que representa de por si para sus detractores y a su juicio equivocado ante la defensa de sus derechos inocultables que al culmen de la desatención y abandono de los niños, o a la negada voluntad de ofrecer siquiera una mínima o elemental estabilidad emocional, que por naturaleza deben brindar los definidos roles de Padre y Madre… ejercicio permanente de convivencia natural ante un pequeño ser que aprende y absorbe, copia y repite…  expuesto, indefenso y frágil… dependiente de cualquier gesto amoroso a su favor o del cuidado de su tierna figura.

Por eso afirmo que ello no quiere decir que la desnaturalización de la crianza de los menores sea la regla de la especie… a mi juicio es más bien la excepción… y por tanto no debe ser el argumento central de la solicitud de la adopción de menores por parejas homoparentales..

Si reconocemos que poblamos el Globo terráqueo 7.000 millones de seres humanos, con el evidente agotamiento de las reservas naturales y su devastación continua, no es menos cierto que aquí lo evidente es que la autoridad constituida en el Estado – Nación no solo ha dejado al garete el desarrollo material de sus pueblos, sino que ha dejado de velar porque quienes instruyan sobre la eternidad del alma no se hayan convertido en apóstoles de la insinceridad y el oportunismo, defraudando a quienes confiaron en la idoneidad moral como orientador de almas.
Por tanto la sociedad presencia con angustia, temor e indiferencia que al perderse el sentido de responsabilidad de su propia naturaleza, al dar rienda suelta el creced y multiplicaos y poblad la tierra de la Biblia Judeo – Cristiana se pudo caer en la tentación en algunos de procrear por deporte... 

Sin embargo, ello no niega en ningún momento, que cualquier otra consideración por válida que sea deba sobrepasar la esfera individual, máxime cuando está en juego la suerte espiritual y moral de un niño, menos tratando de doblegar a las malas a las mayorías heterosexuales con una publicidad agresiva de sus errores… en vista  que como es un derecho adquirido de las minorías, vale entonces enrostrar a las mayorías sus falencias espirituales, éticas y morales y no la corrección de las mismas, así deba este conquistarse a costa de las eventuales consecuencias futuras tanto como lamentablemente se develan de las vividas por las parejas heterosexuales, es decir, tu eres malo y yo también.. Rey Salomón cortad al niño por la mitad.

Nadie niega que los hijos biológicos deban ser orientales por sus propios Padres, así sean estos por decisión personal homoparentales ni más faltaba, seria como inmiscuirse en la esfera de lo privado, del libre albedrío, del libre desarrollo de la personalidad o del derecho natural de creced y multiplicaos, así en el camino se cambiaron las reglas de juego por el dictado de una naturaleza sin develar…
Lo que a mi juicio está en discusión, es que si la naturaleza humana, biológica y antropológica ha desnudado sus complejos e intrincados comportamientos insanos en la desprotección y el descuido de los riesgos en la crianza de los niños, se debe más a la desnaturalización del ser humano ante sus propios demonios sin controlar en una sociedad cada vez más indiferente a la suerte del prójimo, que por la negación de su propia naturaleza antropológica y biológica.

En consecuencia la victima sigue siendo el niño, traído sin la previsión paternal en la esfera emocional o Psíquica, mínimamente material y de paso abandonado a su suerte por la desprotección del Estado – Nación supuestamente constituido para promover y proteger el goce efectivo de los derechos fundamentales o Constitucionales, en particular promover una digna vida en la búsqueda de la felicidad de todos sus asociados, en particular a los rezagados o en alta vulnerabilidad… para eso se pagan los impuestos… No para que se hagan ricos los que gobiernan o que los funcionarios se alaban así mismos ni disfruten a sus anchas los beneficios del Poder y la representación del Estado sin cumplir con la misión constitucional y legal delegada.

Por ese motivo creo como Padre inacabado que en el presente los niños son las víctimas, están en el banquillo de los acusados y condenados a muerte gracias a su fragilidad y sin consciencia cierta de los riesgos que los amenazan por ello ahora pretenden ser feriados en distintos brazos, ya que quien los trajo al Mundo, no supo, no quiso o no fue capaz de darles lo que elementalmente requerían y tanto nosotros como sociedad, como el Estado – Nación ineficaz e ineficiente pretende y pretendemos lavarnos las manos ante nuestra propia negligencia e indiferencia.

Por eso firmo en contra de la adopción de menores no biológicos de parejas homoparentales… No en contra de las minorías, que a fin de cuentas  luchan por lo que consideran es su oportunidad de hacer valer su decisión personal en la esfera íntima…

Sino en contra de nuestra irresponsabilidad como especia humana, innatural e insana cuando no asumimos el papel que dicta la misma naturaleza, con el mismo sentido de irresponsabilidad como especie cuando destruimos la sal de la tierra, convirtiéndola en un basurero maloliente como bien señalase Francisco I en su Encíclica Alabado Seas, lo que a su juicio es el resultado de la falta de valores éticos y principios morales al explotar sin recato el patrimonio común, que pertenece a los que aún no nacen, es decir, los niños propietarios legales de la Casa Común.

Al igual que con el Globo azul y frágil que depredamos sin control, el caso relevante es que traer al Mundo inocentes y sagradas almas debe enseñarnos a reconocer que existe un ser superior que observa nuestra conducta, que nos invita a cuidar de sus tiernas alas para que reflejen en su propio vuelo lo que nosotros como Padres pudimos representar al elevar el nuestro, así involuntariamente nos hubiéremos de buena fe equivocado en las primeras pruebas desde los riscos.



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